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Conforme el Coronavirus COVID-19 se va esparciendo en nuestros países y las autoridades van tomando las acciones necesarias, nos vemos obligados a realizar cambios drásticos en nuestra vida cotidiana.

Lo que a veces olvidamos es de reflexionar en cómo estos cambios afectan nuestras emociones, algo que es fundamental para salir adelante.

Por lo tanto, hoy quiero presentarles la Curva Emocional del Cambio, la cual les será útil para tomar consciencia de esos impactos que son poco visibles aún para nosotros mismos.

1. La primera reacción suele ser NEGAR lo que está sucediendo.

La negación es un mecanismo de defensa primitivo que nos hace sentir protegidos en nuestra zona de confort. Cómo se expresa: si bien racionalmente sabemos lo que está pasando, no cambiamos nuestro comportamiento.

Así hemos sido testigos de que el gobierno pidió cuarentena voluntaria ante la aparición de los primeros casos del Coronavirus COVID-19. Sin embargo, la gente seguía yendo en masa a las playas, restaurantes, clubes, se reunía y festejaba como si nada pasara.

2. La segunda reacción suele ser de RESISTENCIA

Un rechazo a aquello que nos impone la nueva situación. Cómo se expresa: con sentimientos de ira, cólera, miedo, tristeza, depresión.

Al ir tomando más consciencia de la situación, estos sentimientos se van volviendo más intensos hasta entrar en una fase de caos.

Algunas personas tienen pánico de contagiarse, otras tienen rabia contra las autoridades y sus medidas, ansiedad por protegerse y comprar reservas, o quizás frustración, síndrome de “por qué a mi” o depresión “mi mundo se derrumba”.

Pero el ser humano tiene inimaginables recursos para sobrevivir, así que llegado un punto caótico donde seguramente hemos sentido ganas de darnos contra la pared o discutido con quien nos rodea, nos levantamos de nuestra cama.

3. La tercera fase de la curva del cambio se caracteriza por la EXPLORACIÓN de nuevas soluciones.

Cuando nuestras emociones se han puesto al día con nuestra razón y aceptamos que el cambio es necesario, surge de nosotros mismos una energía positiva.

Cómo se expresa: buscamos soluciones, tomamos acción para acomodarnos en la nueva situación, recobramos nuestra productividad y energía.

4. Finalmente llega la fase de COMPROMISO

Cuando emocional y racionalmente aceptamos el cambio. La nueva situación deja de ser ajena para volverse nuestra nueva zona de confort.

Cómo se expresa: nos comportamos de acuerdo con la nueva situación, sentimos una sensación de tener las cosas bajo control, confianza en uno mismo, claridad, deseos de avanzar