Todos tenemos un ego que nos hace desear reconocimiento, estatus y autoridad. El problema viene cuando este ego sobrepasa ciertos límites.

Nadie se siente bien cuando un colega hace de todo para llevarse el crédito sobre un trabajo o lograr mayor poder, cuando acapara todas las discusiones y siempre busca ser el centro de atención, cuando critica las ideas de los demás y trata de imponer las suyas.

Grandes egos son la raíz de muchos problemas en el trabajo que van desde una mala comunicación, deficiente toma de decisiones, desmotivación del equipo, hasta bloqueo de la innovación, pérdida de personas talentosas y generación de un mal ambiente de trabajo.

Esta situación es especialmente perjudicial cuando la persona egocéntrica tiene más autoridad. Y lamentablemente, en algún punto de nuestra carrera nos encontraremos con este tipo de personas; así que más nos conviene aprender a lidiar con ellas desde ahora.

En este artículo te alcanzamos algunos consejos para cuando tengas que lidiar con un/a egocéntrico/a:

1. Asegúrate que se trata de egocentrismo, observa si siempre usa “yo” en lugar de “nosotros”, si siempre está recordando a los demás su superioridad, si no escucha otras ideas o interrumpe cuando otros hablan para imponer su punto de vista, si desvaloriza a los que tienen ideas diferentes.

2. La persona egocéntrica rara vez se da cuenta de que lo es, por lo tanto, es difícil de que cambie su conducta. Si a ti no te corresponde darle retroalimentación no intentes hacerle cambiar sino, más bien, concéntrate en lo que tú quieres lograr.

3. No caigas en su juego. Es tentador devolverle la jugada con un ego aún más grande, pero es muy probable que no ganes la batalla sin destruir tu propia imagen. En lugar de eso, deja que el egocéntrico se exprese, es más, déjalo agotar todo lo que tiene que decir. Cuando termine de alardear, pon tus puntos con calma y confianza. Manteniendo la calma y escuchando evitarás conflictos.

4. Háblale por su nombre cada vez que puedas, esta es una táctica sutil pero muy potente. Cuando llamas a alguien por su nombre tomas el control y atraes su atención.

5. Déjalo ganar, el egocéntrico quiere tener siempre la razón, por lo tanto, mientras está concentrado en alardear, tú concéntrate en llevarlo a “tus conclusiones” y que se sienta que nacieron de él/ella.

6. No dejes que te aplasten. Las personas egocéntricas pueden ser acosadoras e inhibidoras. Establece tus límites y define qué es y qué no es aceptable para ti.

7. Afirma tus necesidades, asegúrate de hacer seguimiento a tus puntos, no le des espacio a una persona egocéntrica para dejar de lado tú agenda.

8. Haz lo que te parezca sensato para minimizar los impactos de una persona egocéntrica pero siempre asegurándote de que tus acciones estén alineadas con las actitudes aceptables en la cultura y organización en que trabajas.

9. Di lo que piensas, las personas egocéntricas no esperan que los demás los reten. Si tienes un argumento sólido para oponerte podrás desarmar su armadura. Pero no vayas con ánimo de avergonzarlo sino de ayudar con tu punto de vista.

Recuerda siempre que dentro de una persona egocéntrica hay una persona insegura y frágil. Si tú tienes más fortaleza y seguridad, te será más fácil no competir y permitirle ganar la batalla mientras tú ganas la guerra.

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Iris Reyna, entrenadora de líderes