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La autodisciplina es fundamental para lograr las metas que nos hemos propuesto. Es la fuerza que nos empuja a realizar un trabajo con calidad aún estando cansados, mantener la calma cuando algo nos perturba y, en general, seguir adelante a pesar de los obstáculos que encontramos en el camino.

Pero, ¿cómo desarrollar nuestra autodisciplina?

Podemos comparar nuestra autodisciplina con un músculo, mientras más lo ejercitemos, más fuerte será. Para ello debemos usar una técnica correcta que nos evite lesiones. De la misma manera, diversos expertos que estudian la conducta humana han encontrado maneras más eficientes de desarrollar nuestra autodisciplina.

Aquí les proporciono una técnica de 5 pasos a seguir que es probadamente eficaz. No quiere decir que sea la única, pero les aseguro que es ¡simple y potente!

Paso 1: ELIGE LA META

Podemos ejercitar nuestra autodisciplina en cualquier aspecto de nuestra vida como puede ser hacer ejercicio cada mañana, comer saludable, terminar un proyecto, llegar temprano a la oficina, lograr concentrarte en una tarea complicada por varias horas, etc.
Para iniciar elige una sola meta en la que quieras focalizarte. Ni demasiado grande que sea inalcanzable, ni algo insignificante que no requiera de esfuerzo. Te recomiendo escoger algo que te sea útil y que puedas lograr en un tiempo relativamente corto.
Escribe la meta elegida donde puedas verla constantemente. La meta debe describir cómo se ve el éxito, debe ser específica y medible. Seguidamente parte la meta en pasos o etapas; como si fuera una escalera que te llevará a la meta final.
Recuerda que el fortalecimiento de tu autodisciplina está en el proceso y no en el logro en sí mismo. Sin embargo, ver y sentir tu logro es un gran motivador.

Paso 2: ENCUENTRA TU MOTIVACIÓN

Ahora, haz una lista de los motivos por los cuales quieres lograr dicha meta. Trata de expresar tus motivos de manera positiva. Por ejemplo, a Claudia la acaban de contratar para dictar clases de administración en una prestigiosa universidad y está teniendo problemas para concentrarse en la preparación de sus clases por lo que lleva mucho retraso.
En el Paso 1 ha definido su meta: “Preparar la clase y entregarla al coordinador dos semanas antes de dictarla para su revisión”. Asimismo, ha listado las actividades que debe realizar para lograr su meta. Sin embargo, se ha dado cuenta que pensar en el logro final no le ayuda a realizar sus actividades diarias; si bien le sirve para tener un norte, no la ayuda a sentarse a trabajar y concentrarse por 6 horas cada día, ni a levantarse temprano para ir a la biblioteca a buscar información.
Para esto, Claudia se ha propuesto implementar las siguientes actividades: acostarse a más tardar 10 pm para tener un buen descanso y poder concentrarse al día siguiente. Levantarse a las 6:30am y hacer media hora de ejercicios. Ponerse un horario de trabajo que cumplirá a cabalidad. No entrar a redes sociales durante las horas de trabajo. Revisar su correo 3 veces al día a determinadas horas.

Paso 3: IDENTIFICA LOS OBSTÁCULOS

Ahora deberás identificar los obstáculos que podrías encontrar en tu camino y definir una estrategia para sobrepasarlos con éxito. Es clave que dichos obstáculos te encuentren bien preparado/a.
Siguiendo con nuestro ejemplo, Claudia identificó los siguientes obstáculos: no podía dormir a las 10 pm y menos levantarse a las 6:30am; para lograrlo decidió meterse a la cama a las 9pm y leer información relevante al curso que estaba preparando. Asimismo, puso una alarma más fuerte y lejos de su cama para tener que levantarse.
La pereza de hacer ejercicios la manejó decidiendo no desayunar hasta haber completado sus 30 minutos de ejercicios matutinos. Para lograr las 6 horas efectivas de concentración aplicó la técnica del Pomodoro (25 minutos de concentración seguidos por 5 minutos de recompensa). Finalmente, para no quedarse paralizada con información faltante, optó por la estrategia del “parqueo”: listar la información faltante en una libreta y luego dedicar el final de la jornada para buscarla.

Paso 4: REEMPLAZA VIEJOS HÁBITOS

Cuando desarrollamos nuestra autodisciplina generalmente estamos tratando de romper con un mal hábito y remplazarlo por otro más útil y productivo. Sin embargo, podría darse el caso de que dicho mal hábito esté asociado a una rutina diaria y romperlo nos deje un vacío.
Si este es el caso, es muy importante anticiparse y planificar cómo llenar dichos vacíos ya que nos generan ansiedad, la cual suele calmarse volviendo al mal hábito arraigado. Por ese motivo muchas personas tiran la toalla en este punto.
Claudia detectó que durante los 5 minutos de recompensa, luego de los 25 minutos de concentración, sentía un vacío y caía en la tentación de entrar a las redes sociales quedando capturada por 15, 20, 25 minutos y teniendo problemas para volver a concentrarse. Para evitar los vacíos, Claudia decidió planificar diversas actividades agradables durante cada uno de los 5 minutos. Algunas de las elegidas fueron: ojear el periódico con un café, hacer estiramiento, echarse con los ojos cerrados y no pensar en nada, entre otras.

Paso 5: MONITOREA TU PROGRESO

Conforme vas trabajando en fortalecer tu autodisciplina toma atención en cómo te vas sintiendo: ¿más en control?, ¿satisfecho?, ¿contento?, ¿más seguro de ti mismo? Te ayudará mucho ir anotando tus avances y sentimientos.
Claudia logró preparar sus clases a tiempo y, gracias a su mayor autodisciplina, ahora está dictando dos cursos más.
¿Qué esperas? ¡Elige tu meta hoy!

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Iris Reyna, entrenadora de líderes